¿Por qué realizar el mapeo térmico?
- Nicolas Daza
- 19 nov
- 3 Min. de lectura
Te preguntas por qué realizar un mapeo térmico; la razón es porque te confirma si todo el volumen del área mantiene la temperatura que exige tu proceso, con sensores y un registro continuo conoces el comportamiento real del espacio.
El resultado es útil para detectar zonas frías y calientes, mides tiempos de recuperación después de abrir puertas, válidas la ventilación y eliges los puntos de monitoreo permanentes. Con esos datos defines criterios de aceptación con criterio técnico.
También reduces los riesgos en una auditoría y en la operación. Se documenta la evidencia, comparas temporadas y verificas cambios de diseño, capacidad o equipos de frío antes de comprometer tu inventario. En pocas palabras, un mapeo térmico convierte las dudas en información clara para tomar una decisión.
Qué válida un mapeo térmico
Un mapeo térmico confirma si la temperatura se mantiene estable y uniforme en todo el volumen del espacio, no solo en el punto del controlador. Revela gradientes verticales y horizontales, identifica zonas frías y calientes y muestra cómo influyen racks, pasillos, ventilación y puertas en el comportamiento térmico.
También mide tiempos de recuperación después de aperturas, descargas o picos de trabajo, aparte permite comprobar si el setpoint y las alarmas están bien definidas para la operación. Eligiendo los puntos de monitoreo permanente y la cantidad de sensores.
El resultado se entrega, mapas de distribución térmica, tablas con variaciones por hora, tiempos de estabilización y conclusiones sobre capacidad, riesgos y acciones correctivas. Si te preguntas por qué realizar un mapeo térmico, la validación de estas condiciones es la respuesta.

¿Cuándo conviene hacerlo?
Al dar uso de un espacio conviene confirmar que todo el volumen cumple con la temperatura objetiva antes de trabajar con el producto. Esa verificación temprana evita rechazos y pérdidas desde el arranque.
Tras cambios relevantes también es prudente repetirlo. Mover estanterías, añadir o reemplazar equipos de frío, aumentar la cantidad almacenada, instalar puertas o cortinas, ajustar ventiladores o modificar la temperatura objetivo pueden crear zonas calientes o frías. El mapeo comprueba si la nueva configuración se mantiene estable.
Si el riesgo aumenta, el estudio toma prioridad. En temporadas muy cálidas o frías, los productos más sensibles, con embalajes distintos, mayor densidad de carga o rutas de transporte diferentes, pueden alterar el comportamiento térmico. Medir a tiempo permite ajustar alarmas y prácticas operativas.
Después de excursiones de temperatura, cortes eléctricos, puertas abiertas por periodos inusuales, quejas de clientes o hallazgos fuera de las especificaciones, la auditoría exige la evidencia para validar que el espacio sigue cumpliendo o para definir acciones correctivas.
Como control periódico, en las operaciones estables suele planearse de forma anual o por temporada cuando hay variaciones marcadas. Así detectas desviaciones y dejas constancia actualizada.
Requisitos mínimos para que un mapeo térmico tenga valor técnico
Protocolo aprobado: objetivo, alcance, criterios de aceptación, plan de análisis, calendario y responsables. Justificación técnica del número y la ubicación de sensores basada en riesgo.
Equipos comparables y calibrados: rango, resolución y exactitud acordes a la aplicación. Calibración vigente bajo ISO IEC 17025 con incertidumbre y trazabilidad. Verificación antes y después del uso.
Muestreo del volumen y del tiempo: cobertura del espacio en tres alturas cuando aplique y presencia en esquinas, centro y accesos. Frecuencia de registro adecuada y duración suficiente para cubrir ciclos reales.
Condiciones representativas: carga habitual, operación normal de puertas y ventilación, consideración de estacionalidad. Registro de eventos operativos para interpretar los datos.
Integridad del dato: relojes sincronizados, identificación única por sensor, bitácora de cambios, respaldos y control de acceso. Plan de contingencia ante fallas de batería, memoria o comunicación.
Análisis y criterios de aceptación: máximos, mínimos, variación, gradientes y tiempos de recuperación. Comparación con criterios, incluyendo la incertidumbre informada.
Reporte e historial: protocolo, datos crudos, certificados de calibración, planos de ubicación e informe final firmados y archivados. Plan de revalidación basado en riesgo.
Si el estudio se diseña con protocolo claro, sensores calibrados, cobertura del volumen y un análisis que considere la incertidumbre, los resultados son confiables y útiles para la operación. En pocas palabras, porque realizar un mapeo térmico se responde con decisiones basadas en información sólida y no en suposiciones.
Si quieres ejecutarlo con respaldo técnico, Global Sensors de Colombia presta el servicio de mapeo térmico. Te apoyamos en el diseño del protocolo, la cantidad y ubicación de sensores, la ejecución en campo, el análisis y la entrega de un informe listo para auditoría.
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